CYPER (Percy Enrique Montoya Vargas), es una voz e imagen desconocida por el momento, pero de seguro, su musica hablará por él. Desde Cajamarca (del cual se considera hijo adoptivo) se atrevió a ingresar a los dificiles senderos del arte, “Todo arte y voz genial viene del pueblo y va hacia él”, fue lo que alguna vez dijo el poeta César Vallejo y es que, a pesar del
tiempo, esta celebre frase sirve perfectamente para repasar “Mujeres y otros Malestares” primera produccion del debutante cantautor peruano Cyper, figura que aparece en la escena musical limeña con una obra plagada de crónicas urbanas e ingredientes callejeros, que se mezclan eficientemente hasta convertirse en la receta perfecta que sazonan sus canciones. Se trata de un disco muy bien planteado a nivel de composición (aunque quizás no es el equivalente en términos de producción de sonido), destacan sin escudriñar mucho “Cristo d Morado”, una de las cartas de presentación más auspiciosas de toda la placa, una sonata que conjuga ritmos afro-peruanos y latinos llenos de sonidos populares, que sin duda, revitalizan y le dan el sello relevante a toda la obra. Este nuevo producto, por cierto muy alejado del pop, se muestra como un epítome de sabor nacional, que como un ceviche o emoliente de Gamarra, nos inyecta identidad con melodías que van por los caminos del blues, ska, bolero, entre otros estilos, al compás de una gruesa voz, mezcla de Bunbury con Cerati y Loquillo. Todo una “Guía de Calles” musical de colección histórica para nuestra discografía nacional, producida con sangre, sudor, lagrimas y aceras por Cyper (como buen poeta de avenida que es) y Arturo Olaechea “el Tulo” (como el reciclador y artesano de los ruidos) en la producción musical y compinche de esta aventura de contribución cultural, que crea el punto de equilibrio entre el rockstar y el trovador de la Plaza San Martín.
tiempo, esta celebre frase sirve perfectamente para repasar “Mujeres y otros Malestares” primera produccion del debutante cantautor peruano Cyper, figura que aparece en la escena musical limeña con una obra plagada de crónicas urbanas e ingredientes callejeros, que se mezclan eficientemente hasta convertirse en la receta perfecta que sazonan sus canciones. Se trata de un disco muy bien planteado a nivel de composición (aunque quizás no es el equivalente en términos de producción de sonido), destacan sin escudriñar mucho “Cristo d Morado”, una de las cartas de presentación más auspiciosas de toda la placa, una sonata que conjuga ritmos afro-peruanos y latinos llenos de sonidos populares, que sin duda, revitalizan y le dan el sello relevante a toda la obra. Este nuevo producto, por cierto muy alejado del pop, se muestra como un epítome de sabor nacional, que como un ceviche o emoliente de Gamarra, nos inyecta identidad con melodías que van por los caminos del blues, ska, bolero, entre otros estilos, al compás de una gruesa voz, mezcla de Bunbury con Cerati y Loquillo. Todo una “Guía de Calles” musical de colección histórica para nuestra discografía nacional, producida con sangre, sudor, lagrimas y aceras por Cyper (como buen poeta de avenida que es) y Arturo Olaechea “el Tulo” (como el reciclador y artesano de los ruidos) en la producción musical y compinche de esta aventura de contribución cultural, que crea el punto de equilibrio entre el rockstar y el trovador de la Plaza San Martín.
Escrito por critico de música Carlos Huaman
Conozca a Cyper en http://www.myspace.com/cyperpercy
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